lunes, 23 de julio de 2012

Persuasión

LECTURAS
(elo.248)

PERSUASIÓN
Jane Austen
Alba, 1818

Tenía la intensión, con cierto voluntarismo, de leerme con el tiempo toda la obra de Jane Austen, y esta novela que acabo de terminar tenía que ser, porque fue la última que escribió, la que leyera al final, pero como casi siempre ocurre, una cosa es lo que se piensa y otra muy distinta lo que se acaba por hacer. Lo cierto es que he entrometido “Persuasión” en el orden sistemático de lecturas que pretendía llevar a cabo de la autora británica, novelista que hasta ahora me estaba llamando poderosamente la atención, y digo hasta ahora, porque la lectura de esta obra, tildada por muchos como su novela de madurez, me ha resultado insípida e irrelevante.
Hace poco, alguien que disfruta mucho leyendo a Austen, indignada, me comentó que había escuchado varios comentarios negativos sobre esta novela, entre los que me destacó uno que decía, que la obra en cuestión parecía precursora de las novelas de Corín Tellado, autora de relatos amorosos, de la que, creo que afortunadamente, aún no he leído nada. Naturalmente le dije que me resultaba excesivo, y se lo dije de corazón, pues el tipo de literatura que realizó Austen sólo pudo ser posible en su época, y en todo momento hay que incluirla dentro de la literatura de evasión o de entretenimiento, que no se puede olvidar que era la única función de la novela en esa periodo, sobre todo de aquellas que escribían las mujeres, aunque hay que reconocer, porque es de rigor, que ella intentó dibujar, de forma crítica, con fina ironía, la estructura de la clase social a la que pertenecía, centrándose concretamente, en el absurdo papel que en la misma se le asignaba a las mujeres.
La verdad es que la forma de escribir de Austen no es precisamente vanguardista, por lo que cualquier lector de nuestros días, sobre todo si es lector y no lectora, tiene que saber a dónde se acerca, pues en un primer momento, cuando observe el estilo utilizado y las temáticas que afronta la británica, es posible, muy posible que abandone la lectura en el acto. Pero también hay que subrayar, sobre todo si se tiene siempre presente, que por ejemplo, esta novela fue escrita en 1818, fecha desde la que ha llovido bastante, que la actual literatura de evasión tampoco ha cambiado tanto como en un principio se pudiera suponer, además de que también hay que tener cuenta, que al menos Austen, aspiraba a algo más que a ese mero entretenimiento que a tantos conforma en la actualidad.
“Persuasión” ante todo me ha aburrido, y eso de que se trataba de una de las novelas que más interés tenía de leer de la autora, y me ha aburrido, porque a pesar que al igual que sus anteriores obras tiene un argumento bastante previsible, en los que sin dificultad se puede intuir lo que al final iba a ocurrir, le falta lo que hacía soportable a las restantes, sobre todo a las primeras, la ironía de algún que otro personaje y la ingenuidad de la estructura narrativa, circunstancias ambas que conseguían oxigenar esas lecturas de forma más que aceptables. Se dice que “Persuasión” es la obra de madurez de Austen, su obra de más altura, pero desde mi punto de vista esa madurez, que por norma general siempre es lo más alabado de cualquier autor, ofrece una influencia negativa en su obra, ya que esa perfección formal que consigue desactiva y vulgariza la novela, de suerte que “Persuasión” no aporta absolutamente nada ni a la obra de la autora, ni por supuesto al lector, que se encuentra ante una novela con una historia anticuada y de la que nada se puede subrayar.
No cabe duda de que los personajes, la problemática y el desenlace son claramente austenianos, pero sorprende de que a pesar de que todo parece más consolidado, de que todo esté mejor construido, el resultado de la novela sea tan pobre, muy por debajo de lo que de ella se podía esperar, sobre todo para los que hemos leído sus obras iniciales, convirtiéndola en una novela desfasada que carece de esa atmósfera, de esa gracia, que hacen que algunas obras literarias se conviertan en imperecedera.
La protagonista de la obra, es persuadida en su juventud por su familia y por su mejor amiga para que no aceptara la oferta de compromiso que le ofrece el hombre del que estaba enamorada, pues carecía de fortuna y de unos orígenes familiares a la altura de los suyos. Pasaron los años y no apareció ningún otro hombre en su vida, hasta que de forma inesperada, de nuevo surge en la escena de su existencia el hombre al que rechazó, con el que después de algunos contratiempos, y debido también al importante hecho de que ya poseía fortuna propia, aceptó como pretendiente con el beneplácito de todos. Ni que decir tiene que un argumento de estas características, si no se adereza correctamente, poco le puede llegar a interesar a un lector actual, y es lo que en el fondo ocurre con esta novela, que no se encuentran en ella elementos los suficientemente atractivos, no sólo para poder disfrutar de ella, sino incluso para poder llegar a terminarla.
Indudablemente “Persuasión” es la novela más equilibrada de Austen, la mejor construida, pero eso no significa que sea su mejor obra. “Orgullo y prejuicio” que sin duda alguna posee indudables problemas estructurales, es mucho mejor novela, lo que obliga a pensar, que esto de la literatura es algo mucho más complicado de lo que parece. “Persuasión”, y en esto también tienen razón los críticos, es su obra mejor elaborada, la que está construida con mejores materiales, pero le falta “la magia”, el encanto y la soltura que hace que una novela objetivamente perfecta no pase de ser una obra correcta, de esas que nunca quedarán en la memoria de los lectores.

Viernes, 16 de junio de 2012

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